Aracnofobia

Hace mucho tiempo que no actualizo este blog dado que no me encuentro muy inspirado últimamente y que digamos, normalmente sólo me sirve para publicar alguna cosita sin interés. No obstante el otro día observé por casualidad una araña de jardín, agazapada cerca de su telaraña, inmóvil esperaba paciente a que una presa se enredara en ella.

Como un niño travieso y a modo de curiosidad, se me ocurrió facilitarle su labor. De inmediato en el suelo observe un pequeño insecto, una posible víctima propiciatoria adecuada a mi impulso sádico. Quería comprobar si los movimientos del insecto atrapado en la tela de araña la animaban a salir de su escondrijo, naturalmente podía suponer lo que iba a suceder, pero la cosa era observarlo.

Con ayuda de un recogedor subí al pequeño insecto y lo arroje sobre la tela de araña. Mi nueva amiga no tardo mucho en acercarse sigilosamente a su más que probable presa y luego con sus patas tentaba repetidas veces el ovillo en el que se había encogido el bichito a modo defensivo.

A modo documental me pareció interesante fotografiar la escena y los resultados están a la vista. De repente, quizás por acercar demasiado la cámara o tal vez por el flash, dado que era una fotografía nocturna, perdí la araña de vista, asustada había vuelto a su escondite, pero había dejado a su presa mejor envuelta, supongo que para volver más tarde. Al final me compadecí un poco del pequeño insecto y lo liberé de su encierro, le costo bastante deshacerse de las pegajosas hebras que cubrían su cuerpo para poder andar. En fin al final el bicho conseguía su libertad y yo la foto, ambos contentos, excepto la araña supongo, que se quedo sin cenar.