
Todos los días por la mañana me fijo en esta casa, a la entrada del pueblo donde habito, su paisaje es cambiante y me gusta, pero nunca me paro a fotografiarla. Hoy al regresar por la tarde, tome la fotografía y este es el resultado. Tal vez cuando encuentre el paisaje cambiado vuelva a fotografiarla.

No se si tu impresión es la misma, pero a mi me ocurre igual. Es el mismo paisaje, pero otro día. ¡Que bella es la vida!, ¿verdad?.

No se si tu impresión es la misma, pero a mi me ocurre igual. Es el mismo paisaje, pero otro día. ¡Que bella es la vida!, ¿verdad?.
3 comentarios:
Pues esa casa tiene dos ojos (las ventanas) desde dónde te mira cada día, al pasar. Esa casa imprime cierto calor hogareño e intimista. Los árboles laterales la enmarcan y protegen y el maiz es un mar vegetal que la separa del mundo. Me gusta.
Ah ¿Eso no te recuerda uno de mis poemas? “Ladrillo Sideral”, que relata la vida del campesino hondureño alrededor del campo. Esos hombres están hechos de maíz.
A propósito, no sé si ya lo mencionaste pero, ¿Qué marca y tipo de cámara usas?
Una digital muy sencillita, no es una queja, ehh, doy gracias, a ver cuando ahorro un poquito y me compro un que me guste más.
Creo que me lo preguntas por el color, esta un poco más contrastada por mejoras con el Photoshop, pero no hay trampa ni cartón.
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